¡¡Alojamiento Eco rural en Lanzarote!!

¡Hola a todos!

Si en el último post os hablé de los lujos de una cadena asiática de hoteles hoy os voy a proponer un alojamiento totalmente diferente. Para los amantes de los hoteles rurales y para los que tenéis conciencia “eco” no existe un plan mejor en la isla de Lanzarote. Se trata de la Finca Arrieta que ha sido creada por un amigo inglés de la familia y que siempre tuvo grandes ideas. Lo que ha hecho básicamente es transformar por completo una zona árida y totalmente aislada en un precioso vergel con unas casitas muy interesantes.

Las diferentes viviendas que ofrece pasarían totalmente desapercibidas en la estepa de Mongolia pero aquí son, cuanto menos, peculiares. Se trata de unas estructuras tradicionales mongoles que se denominan “Yurts”, una especie de caseta de tela con un esqueleto de madera. Yo no los conocía y me han sorprendido gratamente por su amplitud y su funcionalidad, pero sobre todo por su belleza.

El enclave que se ha escogido para este hotel tan especial está en la costa noreste de la isla, justo al lado de Arrieta, una zona que conozco muy bien ya que viví varios años en el pueblo vecino de Tabayesco. Arrieta es un excelente alto en el camino para todos los visitantes de la isla que se aventuran a conocer los enclaves turísticos del norte, todos ellos creados y diseñados por César Manrique, como Los Jameos de Agua, La Cueva de Los Verdes o EL Mirador del Río.

En esta playa pasé muchísimas horas de mi infancia y adolescencia, paseando con mi caballo o peleándome con las olas. En la foto está la marea muy llena y por eso sólo se ven “callaos” (las típicas piedras redondeadas). Pero a marea vacía es una playa con mucha arena donde jugar y correr.

El pueblo de Arrieta tiene una buena oferta gastronómica con muchos restaurantes con especialidades canarias. Y una de las mayores curiosidades es esta casa de diseño japonés que fue construida hace muchísimos años por un amante de la cultura nipona. Se trataba de un padre que teniendo a su hija enferma le construyó una casa donde poder soñar en sus últimos días de vida.

Cuando yo era pequeña la casa estaba casi en ruinas, abandonada y descuidada y me paseaba entre los escombros intentando vislumbrar lo que había sido. Afortunadamente hace un tiempo que la reformaron y le devolvieron toda su fuerza y  color. Ahora forma parte del paisaje lanzaroteño como si siempre hubiese estado ahí.

Y de Arrieta nos vamos al hotel rural donde unos cartelitos como éste nos indican los diferentes alojamientos que están disponibles. Está el Yurt Royale, Chiquitita Yurt, Twin Yurt…y otros edificios de piedra que siguen la misma filosofía eco de toda la finca. Los dueños de este hotel son cuidadosos con el medio ambiente, tienen su propio suministro de frutas y verduras ecológicas, placas solares para el agua caliente y electricidad e incluso utilizan ¡¡coches eléctricos!!

Palmeras, bunganvillas, bambúes, árboles frutales… en medio de una tierra seca y desértica aparece este oasis como si de un espejismo se tratase.

Y esta es la entrada de uno de los “Yurts” que por fuera parecen mucho más pequeños de lo que realmente son.

Nada más entrar lo que me sorprende es ¡¡La explosión de color!! Todas la viviendas son de un intenso y rico color rojo que les da un aire muy exótico.

Todos los “yurt” tienen su propio baño y su propia cocina al aire libre que están dentro de la zona privada de cada vivienda.

Las zonas comunes del hotel consisten en un par de piscinas de diseño canario con su solarium y hamacas, una tienda ecológica “honesty shop” donde cada uno se sirve lo que quiere y lo apunta “honestamente” en su cuenta, un área de descanso y lectura y un área de juegos infantiles.

Las piscinas se construyeron utilizando las antiguas cavidades de un viejo aljibe (depósito de agua).

La sala de ocio y lectura donde se reúnen los huéspedes para charlar o tomar un refresco.

Es un ambiente muy agradable y reconfortante. Te hace sentir que estás en armonía con el entorno.

Y otra de las sorpresas de La Finca Arrieta es esta casa hecha de palmeras que el dueño apoda cariñosamente como “angry bird” y que se trata de un diseño de su propia familia.

Por dentro sorprende de nuevo la amplitud, la luminosidad y el agradable olor a madera.

No me importaría alojarme unos días aquí, me daba la sensación de estar en “la casita del árbol” que tanto ansiaba tener cuando era una niña.

Para mi paseo elegí un look muy cómodo con un toque bohemio y marinero:

El vestido es de TOLANI, El collar de estrellas de mar de APODEMIA, los zapatos de ALPE, el bolso de SWILDENS, gafas de GUESS y el reloj de VICTORINOX

Este collar de APODEMIA pertenece a su nueva colección inspirada en las conchas marinas.

Y para finalizar mi tour fui a saludar a uno de los inquilinos permanente del hotel, la burra Molly… jajaja.

¡¡¡Que era súper graciosa y sonreía a la cámara!!!

 

Sinceramente espero que os haya gustado esta oferta tan diferente y os animo a que la probéis.

La podéis encontrar en www.lazaroteretreats.com

Espero que estéis disfrutando del verano y os espero en el próximo post donde os voy a enseñar uno de mis secretos mejor guardados de la isla de Lanzarote…