Mi primera vez en Marrakech

¡¡¡Feliz día de Navidad!!!

Cuánto tiempo habremos estado esperando este día, pensando en los regalos que hacer, en las personas que vas a visitar, en los preparativos, la decoración…¡¡Y luego todo pasa tan deprisa!! ¿Verdad?

Para mí una época muy especial, nostálgica, conmovedora y positiva. Muchos familiares se reencuentran después de mucho tiempo separados, la ilusión se refleja en las miradas, la energía es diferente. Vas caminando por las calles y todo el mundo se ve feliz, porque es una época para soñar, disfrutar, descansar, cometer algún que otro exceso y por qué no para volver a ser niños.

Y éstas están siendo muy entretenidas ya que voy a tener que dividirme entre 2 familias. La noche buena la pasé en la compañia de la familia de Rudy, que tiene la gran suerte de tener a su lado a sus 4 abuelos, fue una cena multitudinaria y muy divertida. Pero ya mañana viajaré a Lanzarote para pasar unos días con mi madre. Es la única que permanece en las islas y siempre intento hacer una escapada para estar a su lado en estas fechas.

Serán otro tipo de Navidades, como las que recuerdo de mi infancia, con el calor , la piscina, los paseos por la playa… Allí no teníamos árboles de verdad, por el clima árido de la isla, así que usábamos una planta de pitera. Es parecida a un cactus de la cual sale una flor muy alta y robusta con ramas que alcanza hasta los 2 m de altura. Íbamos todos en el todoterreno de mi padre en busca de nuestro “árbol de Navidad” y nos metíamos por campos de aulagas hasta encontrar la pitera adecuada. Luego la serrábamos y la subíamos a la baca del coche. De vuelta en casa la decorábamos con todas sus bolitas y para mí nunca ha habido ningún árbol mejor.

Por eso se me ha ocurrido hablaros de un viaje que hice recientemente a Marrakech. Siempre había querido ir, era uno de esos destinos que tenía apuntado en mi agenda y por una cosa u otra nunca había sido posible. Lo que más me llamó la atención fue que en ningún momento me sentí fuera de casa. Era como si estuviera en Canarias, no por la arquitectura, ni las costumbres o el idioma, que son muy diferentes al nuestro, sino por el clima. Marruecos y Canarias se encuentran casi a la misma latitud, sólo nos separan unos 200 km de océano Atlántico. Con lo cual, el aire, la flora, la fauna, es prácticamente la misma. Porque a mí lo que más me transporta a otro sitio es eso, tener otra temperatura o humedad, hace que me sienta muy lejos de casa. Pero por eso mismo me gustó tanto porque me sentía mas cómoda y segura a pesar de que todo era nuevo y diferente…

Así que os quiero proponer Marrakech como un destino invernal y, por ejemplo, si queréis pasar un fin de año diferente y aún no tenéis plan os voy a enseñar uno de los hoteles más bonitos que haya visto.

Un oasis en mitad del desierto.

El hotel Selman.

Llegamos a mediodía con un vuelo directo desde Madrid, en menos de 2 horas ya estábamos aterrizando.

Tiene una piscina preciosa y muy tranquila, pero claro, en esa semana éramos casi los únicos huéspedes del hotel. Me comentaban que para Navidades estaba completo!!!

Las habitaciones standard son amplias y están muy bien decoradas. También vimos suites y riads del hotel y eran simplemente espectaculares.

La decoración tradicional marroquí se mezcla perfectamente con una más moderna y cosmopolita con todo tipo de lujos y comodidades.

El restaurante principal era como sacado de un cuento de las mil y una noches.

Dando un paseo por la terraza y la piscina en un momento de descanso del trabajo. Solo tuve 15 min para sacar estas fotos ya que trabajé desde las 7 de la mañana a las 9 de la noche.

Aunque solo estuve 2 días en el hotel y trabajando la mayor parte del tiempo, me encantó la paz y tranquilidad que se respiraba.

Mi atuendo lo formé con prendas de otoño muy ligeras ya que las temperaturas rondaban los 18 grados.

Falda, foulard, top y botas de MANGO

Chaqueta vaquera de STRADIVARIUS

Y mi bolso MARRAKECH de GUCCI!!! No podía faltar en este viaje…

Y lo mejor del hotel son…las caballerizas!!!

Ya sabéis que una de mis grandes pasiones son los animales, y en concreto los caballos.

Unos impresionantes caballos de pura raza árabes rompían el silencio con sus enérgicos relinchos.

Del trabajo que fui a hacer en Marrakech sólo os puedo adelantar que los caballos forman una parte fundamental de la sesión.

Detalles de la decoración interior del hotel. Todos los pasillos de las habitaciones tenían estas enormes fotografías.

¡¡Me encantan!!

Ésta ha sido mi primera vez en Marrakech pero seguro que no la última…

Bueno, ahora me toca hacer la maleta para salir tempranito mañana…en el próximo post os mostraré otros de los fabulosos hoteles que he descubierto recientemente. Esta vez en Gran Canaria.

Un beso enorme a todos los que me leéis y espero que estéis teniendo unas felices fiestas.

¡¡¡Hasta la semana que viene!!! ¡¡¡ Será el ultimo post del año!!